Nació
en Röcken, cerca de Lützen el 15 de
octubre de 1844 y murió en Weimar el 25
de agosto de 1900, fue un filósofo, poeta, músico y filólogo alemán,
considerado uno de los pensadores modernos más influyentes del siglo XIX.
La
influencia de Nietzsche en la posmodernidad recae en que su pensamiento, como
él mismo llegó a intuir, ha sido un campo de batalla donde han acontecido las
más intensas luchas ideológicas durante el oscuro Siglo XX. Contra este legado,
o desde él, se han medido todas las ideas e interpretaciones contemporáneas,
confirmando con ello su aseveración de que las ideas avanzan, sigilosamente,
con pies de palomas.
Etapas
Filosóficas de Friederich Nietzsche.
Primera:
Conocida como “período romántico” o “Filosofía de la noche”
Estuvo
inspirada por los presocráticos “todos somos lo que somos y lo que ocultamos”.
Segunda:
en esta etapa se vio bastante marcada por la influencia de cierta crítica
metafísica y religión. Esta etapa se nombró “período positivista” o “período
ilustrado”, su meta era que el hombre llegara a ser libre.
Tercera:
“Período de Zaratrusta” o “Filosofía del medio día” se considera el más
importante con respecto a las demás etapas, debido a la concepción del
superhombre y el eterno retorno.
Cuarta:
También conocida como “período crítico” o “Filosofía del atardecer” esta etapa
está vivamente pincelada por una transmutación de los valores, lo que significa
que los valores que se tenían antes, son invertidos, en el sentido de que de
hace una nueva valoración.
El
nihilismo estático el nihilismo se concibe desde el latín “nihil” que significa
“nada”, alude a la doctrina que declara que nada posee una existencia real. De
esta manera, Nietzsche nos propone aquello que llamó nihilismo estático como
aquello que los antiguos sentidos de la religión, la fe, la felicidad, la
filosofía y la sabiduría por mencionar algunos, ya no tienen significación
alguna, porque todo se supera, envejece, agoniza y finalmente muere.
El
valor supremo para Nietzsche; Nietzche en cierta forma, era un “destrcutor” de
valores, en el sentido mínimo de la palabra, presenta una cierta obstinación
valiosa, de manera que, le permita al hombre elevarse sobre cualquier moral, a
pesar que al final, ese hombre que tanto desea elevarse, quede solitario.
La
muerte de Dios, para Nietzsche representa el núcleo de reflexión para
Nietzsche, misma que indica el progresivo declive en la cultura del hombre
moderno de todas aquellas filosofías, religiones e ideologías, que en el pasado
cumplían la tarea de ilusionarlo y consolidarlo, aunado a esto, se menciona que
el superhombre ya no necesita de ilusiones tranquilizadoras debido a que acepta
la vida con espíritu dionisíaco y ausencia de sentido.
Metarrelatos
en relación a la verdad y la mentira de Nietzche. La Filosofía Moderna se
caracterizó por dar a la Historia una interpretación teleológica desde la
propia Filosofía de la Ilustración, que daba como sentido de la historia el
concepto de Progreso, el cual asumió diferentes formas hasta llegar al Marxismo
que tenía como sentido de la historia el arribo a la Sociedad Comunista,
pasando por Hegel que ponía el fin en un Espíritu Absoluto. Los metarrelatos
surgen como una forma de entender la historia en cuanto a un proceso con una
finalidad moral, es decir, un bien.
Nietzsche
será el primero en entender esto como Cristianismo, que no es para él sino un
platonismo para el pueblo. Así como la filosofía de Platón puso el fin en el
mundo de las ideas y el Cristianismo en un paraíso tras la muerte, para
Nietzsche la interpretación teleológica de la historia es una negación del
presente, por tanto de la vida misma que transcurre más bien en un eterno
presente. Cualquier finalidad histórica será para él nada más que un reemplazo
de lo que alguna vez fue el paraíso cristiano que venía tras la muerte, dado
que un futuro más allá de la propia existencia es un futuro que no tiene
sentido dentro de la vida misma, por tanto una negación de la misma. De ahí que
diga que tanto la moral del cristianismo como la moral del progreso le restan
valor a la vida.
El
vitalismo en la filosofía de Nietzsche. Nietzsche defenderá un irracionalismo
vitalista, a partir del cual criticará a los filósofos anteriores a él porque
ellos defendían una concepción dualista de la realidad, donde había dos mundos,
uno de las ideas y un mundo sensible para los cuales sería el primero el mundo
verdadero. Un mundo en el que reina la razón y cuyos valores van en contra de
la vida, ya que rechaza los sentidos y todo tipo de irracionalidad (de caos, de
desorden, etc.).
La
transmutación de los valores para Nietzsche,
representaba el hecho de cambiar los valores ya existentes por unos
nuevos. En la historia se han presentado varias situaciones relacionadas con
este hecho, por ejemplo, después de cada revolución importante suelen
reemplazarse las viejas tablas de valores por unas nuevas que correspondan al
nuevo periodo, obviamente, que provocó la misma revolución.
Diferencias
del Nihilismo pasivo y activo. El nihilismo en su forma activa, menciona la
capacidad del superhombre para aceptar la dimensión de la nada, la falta de
objetivos y de sentidos sobre la vida terrena, la única con que cuenta. Por
otro lado, Nietzsche toma el nihilismo pasivo como la consecuencia de la muerte
de Dios, esta aparece por la consciencia del carácter radicalmente infundado de
la creencia en lo sobrenatural, de la creencia religiosa en el mundo
espiritual.
La
doctrina del eterno retorno y la religión la explico argumentando que el eterno
surge como sustituto no solo de la religión, si no de la moral, de los juicios
éticos y la metafísica. Nietzsche presenta el Eterno Retorno no como una
realidad, sino como la plasmación de una concepción de la vida: La vida debe
ser tan intensa y tan perfecta que no deseemos ningún cambio.